He comprobado que mi entrada sobre las cartas de las dríades
(abril 2012) es una de las más visitadas. En aquel momento hice una descripción
general sobre este oráculo, con un apunte a sus enseñanzas espirituales para no
alargar demasiado la entrada.
Ahora creo que puede ser interesante ampliar aquel post,
centrándome en lo más importante: los mensajes que nos envían las dríades, o
los árboles a través de ellas, o sea, las enseñanzas espirituales. Volviendo a
releerlas, me vienen recuerdos de otro libro “El poder del ahora” de Eckhart
Tolle. Y es que todos los libros que he leído últimamente sobre espiritualidad
y crecimiento interior coinciden en puntos fundamentales, señalando a una gran
verdad.
Hay van algunos de esos fragmentos de sabiduría que nos deja
Tiziana Mattera en esta magnífica obra:
· ¿Cuántos
desiertos interiores hemos dejado crecer dentro de nosotros? ¿Cuántas zonas de
la tierra fértil que es nuestra alma hemos dejado yermas?
· Donde
haya un desierto puede nacer un bosque, y este “milagro” empieza por tu
corazón… porque la primera semilla se abre justamente allí…
·
El
Maestro que vive en cada uno de nosotros nos incita a concretar la Verdad que se despierta en
la pureza de nuestro corazón. Nos insta a ser adultos conscientes de nuestra
propia Naturaleza Sagrada, para convertirnos en el Humano verdadero y completo
que aún duerme dentro de nosotros.
· La Naturaleza influye en nuestra naturaleza
interior y cuando la destruimos y la modificamos, cuando nos alejamos
indiferentes de su alma, nos estamos privando a nosotros mismos del necesario y
beneficioso Alimento de nuestra alma.
·
La
verdadera independencia a la que aspiráis es la libertad de despegaros de todo
lo que os mantiene atados a una falsa idea de vosotros mismos y del mundo.
Sentíos especiales… porque lo sois. Cada uno de vosotros es un ser magnífico,
único, divino… Dad otro paso, pero esta vez hacia vosotros mismos (…) El
Universo entero está en vosotros, y todo lo que consideráis imposible ya se
haya construido en vuestro interior. Atreveos a derribar las murallas de
vuestra personalidad para descubrir vuestra luminosa individualidad.
· La Unidad es nuestro Destino común… Unidad es
la comunión perfecta entre vuestro interior, el Corazón y vuestro exterior, el
Mundo. Al fin y al cabo se trata de recordad quiénes sois.
·
Vuestra
alma se alimenta de silencio: lo necesita como vuestros pulmones necesitan el
aire. Lo necesita porque en él encuentra la Paz que le es propia.
· Cuando
sentís sufrimiento es porque el Manantial de la Vida en vosotros está abriéndose paso en el muro
que habéis construido para contenerlo: el amor no puede ser retenido, a pesar
vuestro...
· El
verdadero éxito es la conquista del Ideal que duerme en vuestro interior.
Vuestra meta es el encuentro con vuestra verdadera identidad… Cuando perseguís
el éxito interior y espiritual, la materia del mundo se “plasma” bajo vuestras
necesidades como la plasticidad de la arcilla roja bajo las manos de un
artista. Decidid no dejaros “plasmar” por ella (…) Ser conscientes de vosotros
mismos en vuestras decisiones: escuchad si vuestro Corazón las aprueba y, de
ser así, no dudéis más, porque ya estaréis en el camino correcto hacia vuestra
meta.
·
Vuestra
meta se encuentra ente los recovecos de vuestros talentos y cualidades no
expresadas: lo que compone y da forma a vuestra auténtica naturaleza.
· Cuando
seáis fieles a vuestra Auténtica Naturaleza, alumbraréis el mundo con vuestra
luz que, como un imán, atraerá el bien que hay en los demás, que se juntará con
el vuestro, y el Ideal que antes soñabais se convertirá en vuestra tangible y
sublime Realidad.
· Estáis
en una fase de transición, que os está llevando hacia el umbral de una
decisión: el Puente, luminoso como un arco iris, que os conduce a vuestra Realización
se encuentra ante vuestros ojos. (…) Ese Puente es el paso que os permite
alcanzar otro nivel de conciencia, muy superior.
·
Es
vuestro progreso ascendente de consciencia el que modifica la realidad en la
que vivís.