sábado, 15 de febrero de 2014

La Luna Avivadora. El renacer de la inspiración



La luna llena de febrero se conoce como luna avivadora en la tradición wiccana.

Es la luna del despertar.

Quizás sea porque los días empiezan a crecer, pero siento que algo en mi interior se agita, un remolino de energía creativa que pugna por salir.

Y así, estos últimos años, febrero y marzo han sido un periodo especialmente favorable para escribir poesías, “casualmente” coincidiendo con la lectura de dos libros de poesía: la poesía completa de Sylvia Plath, y una antología de poesía nórdica, libros ambos muy recomendables, con unas 1000 páginas cada uno, que saqué de la biblioteca pero que no me sobraría tener más a mano… La lectura de estos poemas fue una buena fuente de inspiración aunque cualquier cosa puede serlo… solo hay que estar abierto a esa voz interior que nos susurra en cada instante… y coger al vuelo esos versos que nos llegan como pétalos de rosas o verdes hojas…

La luna avivadora despierta la vida que bulle en el interior de la tierra tras el letargo de la oscuridad invernal, anunciándonos la llegada de la primavera. Los árboles y plantas preparan sus brotes, a la espera del calor del sol y de igual modo, en nuestro interior surgen nuevas ideas, esperanzas, ilusiones. Es un buen momento para hacer planes de futuro, aunque aún no se pongan en marcha, simplemente encendamos una vela y pidamos lo que deseamos que se realice.

La Luna Avivadora es una promesa de luz.